Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un https://jimmbpg070204.gynoblog.com/37432943/cómo-vivió-italia-el-cabezazo-de-zidane