¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto inclinación y tanta salvación como Tú consagras a tu inmarcesible Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi asesinato. Esta Agudeza te la pido todavía para los pobres https://echobookmarks.com/story17421195/poco-conocidos-hechos-sobre-oraciones-compuestas